Me decía un
parroquiano del Bañado Sur. —“Al final,
cada día se va demostrando los techos de paja de la corrupción sistémica”.
Según la
TGC, toda ignorancia en la ocultación del poder, trae sorpresas y resalta la
injusticia de un país.
Nuestra
sociedad se despertó, con grandes sorpresas, con respecto a la organización de
la corrupción, en todos los niveles, que se hace más cruda y visible en las
fronteras del país: pasta facial del crimen organizado.
Aquí nos
damos cuenta, de la importancia de la política para el desarrollo de los
pueblos. La mera compra de dirigentes, que se inventan de la noche a la mañana,
a espaldas de la percepción equivocada de financiación, lleva invariablemente
al caos, cuya consecuencia es la corrupción sistémica en el más alto porcentaje
de la vida diaria.
“Este local de los funcionarios de Hacienda,
donde se quemó ex profeso el quincho de paja, para mostrar, parece, la suerte
de la corrupción sistémica sobre los administradores de los poderes del Estado”.
Hoy, con la
muerte de un comunicador social, en manos del crimen organizado, empotrado en
toda la frontera seca, nuestra democracia, en libertad y con sentido de crítica,
acusa directamente al gobernante, las consecuencias de la corrupción.
Duro papel
para la gente que manda, que debe tratar de corregir y sanear definitivamente,
la estructura de sus mismos poderes. Donde, como decía el bañadense “muchos tienen techo de paja”, donde
cualquier mbokabicho tirado por algún
bromista azul…”
La cuestión
nos debe enseñar, a prestar más importancia al desarrollo de la ciencia pura,
en el devenir de los pueblos y superar la ignorancia en la ocultación de los hechos, actos y prácticas del poder,
para ir superando la corrupción sistémica.
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