Me decía un
parroquiano del Bañado Sur: —“Aquí
nosotros necesitamos todo; pero lo peor es la corruptela de la promesa; en
nombre de los pobres y desprotegidos”.
Según la
TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, puede levantarse, sobre falsas expectativas
personales.
Ante la
realidad de que debe ser enseñada, la política, como ciencia, para que los
electores puedan comprender, lo que entra en juego con su voto: Aquí siempre la
hemos usado como una solución mediática, inmediata, a favor, supuestamente, de
los más necesitados. Elevando al predicador, como representante en tal o cual
partido, quedando nuevamente el votante, pensando que fue burlado por la
política. Sin posibilidad alguna de sanear la sociedad.
Hoy
conocemos la razón de buscar la verdadera política y el interés de los que se
creen “dueños” de los poderes: La absoluta negación de conceder la libertad
democrática, en las elecciones nacionales.
La
corrupción sistémica tapona esos canales, cual caño roto, perjudicando a miles,
sin posibilidad en todo el país. Los bañadenses
son conscientes y cansados, soportando el mal olor, los mosquitos y moscas,
todo el día; mientras siguen escuchando las promesas, el famoso saneamiento moral: en boca de
cualquier principiante politiquero, esperando la farsa; y forzados por la
necesidad, la ignorancia o el temor, depositan sus votos, a favor de los dueños
del circo y sufren cinco años.
“¿Acaso un hombre puede salir adelante, si
la misma sociedad está totalmente contaminada por la corrupción?”—se seguía
preguntando el parroquiano.
El cuarto
poder ha demostrado interés en proseguir, la campaña de “saneamiento moral” del
país.
Ahora
depende de la administración, que cuenta con números y nombres, infectados de
alguna manera, sean corregidos, no solo “moralmente”, con ayuda del ñembotavy, sino sea aplicada la ley,
para proteger y devolver lo que es patrimonio del Estado.
La
claridad, la libertad y la virtud, deben primar para levantar la conciencia de
los jóvenes, en cada rincón del país. Solo así podremos bajar la ignorancia en
la ocultación del poder, y asegurar a nuestra democracia, contra el acecho
constante de la corrupción sistémica.
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