Discursos campaña presidencial 2012.
—En
la doctrina nacional curacionista, decimos, que la política debe tener como
finalidad principal la curación social.
—El
poder: es un medio para ir disminuyendo progresivamente la ignorancia y la
ocultación, que son el caballito de la corrupción.
—¿Cuál
es el camino elegido como movimiento, por la doctrina, por el ciudadano común
para llegar a practicar la curación social en el Paraguay?
—Recordemos,
debemos pensar y meditar, para curar y progresar en democracia. Allí nos
convertimos en ciudadanos.
—Aún
sabiendo, me niego a creer diría, lo que mi pensamiento procesa en un abrir y
cerrar de ojos. Pero así es la vida en la Tierra. Quienes no consiguen
manejar medianamente esta realidad, es casi seguro, buscarán la violencia para
solucionar los problemas a su manera. Pero nunca hallarán la solución
verdadera. Esta solo se consigue a través de la paciencia, la fe y la voluntad
constante. Para librarnos de todos los vicios y debilidades mundanas, así debe
ser.
—Entonces,
lo que explicamos en la doctrina curacionista es una propuesta de ciencia: Es
todo un conjunto de principios concatenados de modo a explicar el
funcionamiento de un objeto, en este caso, de la corrupción, para llegar a la
verdad de los hechos, y poder curar el flagelo.
—En
nuestro país, el común de la gente considera saber, por lo menos algo, sobre la
corrupción, y se siente segura de lo que sabe.
—Esto
ocurre precisamente por que es la ignorancia el caldo de cultivo de la corrupción
generalizada, por ello, principalmente entre los servidores públicos ya no se
distingue un acto justo de otro corrupto.
—No
ha existido hasta hoy ninguna enseñanza o criterio educativo sistemático, pero
sí, intentos válidos. Por más que la corrupción junto con la prostitución es la
más antigua de las desviaciones humanas.
—Para
pasar a describir, objetivamente, a la corrupción, se necesita identificar las
bases que constituyen el cimiento de aquello que conocemos como sistema, como
un pecado, o como simplemente algo inmoral.
—Toda
ciencia debe estar abocada a demostrar con claridad objetiva la raíz, la causa
y consecuencia de los hechos físicos o sociales.
—El
sistema de la corrupción solo puede ser combatido con otro sistema y con
mejores personas, que puedan ejercer el poder buscando la justicia.
—La
finalidad de la doctrina curacionista es luchar contra la corrupción
objetivamente, día a día, paulatinamente, y no seguir convirtiendo a la lucha
anticorrupción en una monedita de cambio y de progresión de nuevas
transacciones multinacionales, que mantienen y empeoran los vicios de sus
perseguidos.