En Latino América, aún mantenemos el vicio de
la imposición: Estandarte de todo sistema corrupto en los países
“bananeros”.Donde la democracia de boca es la única aceptada, por el régimen.
Nosotros, al conocer esta Teoría General de la Corrupción (TGC), hemos
comenzado a saber qué es la corrupción y cuales son sus vicios invisibles, que
utiliza para subyugar a los pueblos del presente. Con todos los daños que ha
causado en el pasado, por la interpretación fáctica, por la “ley del más
fuerte”, que se aplica a los Tratados internacionales. Donde prima siempre la
capacidad económica y olvidando que el derecho no admite vicio ni ignorancia,
con la finalidad de mantener la paz justa en el mundo.
Aceptamos con orgullo, tal vez, el ser
considerado en Sudamérica, como uno de los países más corruptos; pero,
entonces, ¿de dónde sale tanta riqueza?, ¿acaso de nuestros propios habitantes
también desprotegidos contra la corrupción?
La corrupción sistémica ha corroído todo atisbo
de civilización, a consecuencia de las sucesivas dominaciones que se
implantaron a nuestra nación, justamente por sus riquezas naturales y su
ubicación privilegiada, tan particular para aportar en bien del mundo entero.
Hoy, a
través, de esta doctrina, del curacionismo, que tiene como único objetivo
disminuir la ignorancia en todos sus grados, para así, disminuir la corrupción.
Ya que la claridad, la libertad y la virtud deben ser defendidas en todo el
mundo buscando el “bien común” en lo económico. Sólo así podríamos lograr el
gran sueño del libertador, de tener dos Américas, para los americanos; en
democracia, con un Estado de Derecho, con libertad de pensamiento y sin
ignorancia.