Un avance anticorrupción
La gran corrupción, según
Aquí en nuestro país, sucede un hecho, a veces
muy grave, hasta con pérdida de vidas, por culpa de la falta de inspección o
verificación de obras municipales, y luego de haber ocurrido el accidente,
inmediatamente los encargados amenazan con prohibiciones y orden, culpando
exclusivamente a los particulares o propietarios de los lugares afectados.
Según la
TGC lo correcto, y es lo que el ciudadano pide, es que los
responsables de las instituciones públicas cumplan con sus funciones.
El artículo 106 de la Constitución , un artículo
claramente anticorrupción, expresa con contundencia que todos los funcionarios
públicos son responsables por sus actos fuera de la ley (se incluye también la
omisión, por supuesto).
Sin embargo, ante esta norma, los funcionarios
públicos de alto y mediano rango, alegan ignorancia o desconocimiento de lo que
pasaba en sus instituciones.
La gran corrupción que nos caracteriza aquí en
Paraguay, por el famoso “ñenbotavy”, es muy bien utilizado por los gobernantes
para lograr sus fines económicos en detrimento del bien común.
La ligereza de adjetivar responsabilidad en
algunos, queriendo dejar todo a cargo de los ciudadanos, atenta contra el
Estado de Derecho, y desnaturaliza en sistema democrático, privando al Estado
de su función central de administrar justicia.