Estudio real
Un parroquiano del Bañado
sur, cerca de Cateura me dice: “Nuestros niños deben comenzar a tratar con claridad, en toda la educación a la corrupción sistémica”.
Según la TGC el poder debe tratar de mejorar las instituciones a favor del bien común, y no solo del particular de sus acólitos.
Hoy día se recuerda una fecha
trágica y muy heroica en el país, el día
de los niños, que marca la debacle nacional producto de una corrupción
sistémica internacional; para poner coto
a los bríos fruto de la independencia
patria: convirtiendo el derrotero en
un caos total, cuya única meta fue la guerra de exterminio y subordinación que
el país sufrió, por no aceptar la imposición económica; a la cual todos los
vecinos ya habían sucumbido, en detrimento
de sus pueblos.
Guerra y lucha actual
La triple alianza contra el Paraguay Independiente, hizo partícipe de una de las batallas más sangrientas de las que tenga
registro la historia, a la niñez nacional, en los campos de “Acosta Ñu”.
“Nuestros niños de
Cateura hasta de basura hacen música; por eso debemos tratar de enseñarles, el camino de la claridad, la
libertad y la virtud, para levantar la justicia social”, remarcaba
preocupado el asunceno.
Nuestro Estado de
derecho debe seguir mejorando, castigando a los encargados de la función pública, por retardar y
favorecer a los amigos, correligionarios y vecinos.
Estos mismos hombres
públicos, al ser indiciados, y algunos incluso probados de malversación;
deben renunciar inmediatamente, por ética. No sencillamente pretender devolver
y decir: “ya no hay hecho perjudicial”.
“Los actos, hechos y
prácticas de corrupción sistémica; para los niños y jóvenes en el país, es
la norma y al no tratar de bajar, les estamos confirmando esta presunción”, decía este buen señor. “A los niños todo les afecta cuando de la ignorancia se trata”.
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