Sistema de juegos
Un parroquiano de San
Lorenzo me explicaba: “La corrupción sistémica tragó al país”.
Según la TGC, el poder atrapado en la corrupción
sistémica, levanta y permite la
proliferación de todo tipo de juegos de azar, bajo la excusa de la libertad de producir, sin importar la razón
de los verdaderos intereses sociales.
Un ejemplo de
ello lo constituyen los “fuegos de hacer” y la práctica de los tragamonedas, sin
límite en todo el país, en todo lugar donde
existe número importante de personas.
El contubernio
entre dueños y supuestos controladores resulta impresionante, en los manejos para no pagar y recaudar más,
protegidos normalmente por ser caldo de cultivo de los crímenes.
Política zonal
Nuestra democracia
debe superar estas formas de mal uso de la libre
determinación económica: de hacer plata ha como dé lugar, convirtiendo barrios y ciudades en nido de
pillos y corruptos.
Los niños
aprenden al observar los hechos, actos y
prácticas de sus mayores, y si es la corrupción
sistémica lo único observable, día tras día aumentará el hábito de lograr
entrar en la misma colectividad, despreciando toda forma de vivir lícitamente.
La claridad, la
libertad y la virtud, con un Estado
de derecho, tendrán objetivamente
trabajo, junto a los encargados de administrar
justicia.
Comercio y perjuicio ambiental
“Los mercados y los
barrios deben ser cuidados —repetía este demócrata sanlorenzano—, no
llenando de tragamonedas las esquinas y copetines. Ojalá que la gran quemazón
de Cateura no llegue a contaminar
nuestro único río, hoy en crítico estado
por la ignorancia y el desprecio de vivir mejor”.
Al crecer tanto la corrupción
sistémica, la doblez de los
funcionarios es la norma, llegando a confundir con su propia misión como
tales en el país, esperando incluso el apoyo de la gente, ya que no hay otra cultura sino el de la corrupción
y la pelea de los supuestos dirigentes: basada en la mera recaudación
dentro de una economía populista y de
Estado, maquillada a través de la propaganda
social y la tragada con permiso.
Comentarios
Publicar un comentario