La hora
Me llamó un parroquiano de Pilar diciendo: “Últimamente las
manifestaciones tienen hora de noticia,
acompañando siempre a la corrupción sistémica”.
Según la TGC, el poder tiene la facultad de reglar a la ignorancia. Nuestro sistema
económico, movido por una dirección estatal; es decir, libertad de acción y de producción, pero en una economía popular, sostenida sobre la espalda del sufrido
trabajador.
Mientras el Estado y el poder
monopolizan los bienes de mayor productividad: hidroeléctricas e instituciones
públicas.
Peso y carga
A la hora de los resultados,
crece la situación de los llamados directivos y sufre la gran mayoría de los necesitados, colgando en su cintura.
“Estamos a un paso de
desaparecer la última reserva del IPS, en manos de los chicos listos”,
aseveraba el demócrata pilarense.
“La economía es
ciencia de mucho cuidado, en cualquier sistema político, ya que la administración privada, no puede ser
comparada para pretender, mejorar lo
público”, agregaba.
Libertad y claridad
Da gusto gritar y manifestarse; pero la razón de ser de un
Estado de derecho, nos dicta el respeto
constitucional, ante los actos,
hechos y prácticas de la corrupción sistémica, denunciados a voces,
haciendo agua por todos lados el barco a esta altura, para la “selección
nacional”, sin poder salir a flote.
Esta claridad, nos la
muestran de cuerpo entero, nuestros vecinos de Latinoamérica; mientras aquí seguimos a la espera de no usar la
verdadera vacuna de la sombra, del flagelo
más perjudicial del mundo entero.
Si la ignorancia deliberada sigue en auge, a través de la función
pública, solo los jóvenes pueden ya
mejorar, explicando a los responsables de administrar justicia, ya que en Paraguay nos conocemos todos en las manifestaciones.
Comentarios
Publicar un comentario