Corrupción
“Ante los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica: la ineficacia brilla por doquier”—repetía un alberdeño. “Ahora tenemos un nuevo compromiso con la educación, parece que se descubrió la rueda”.
“Ante los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica: la ineficacia brilla por doquier”—repetía un alberdeño. “Ahora tenemos un nuevo compromiso con la educación, parece que se descubrió la rueda”.
Según la TGC, el poder puede bajar la corrupción sistémica,
disminuyendo conjuntamente los niveles de ignorancia. Para ese fin, se requiere
de un estudio sistemático sobre la cuestión, porque ninguna política
gubernamental puede ser eficaz, si no se sustenta en la apreciación ecuánime de
la realidad. Por ello, en las conferencias realizadas, he insistido en el siguiente
punto: A la hora de hablar de “corrupción” en sentido genérico, normalmente la
ciudadanía juzga los resultados, de manera independiente a la causa que
originaron tales desastres y perjuicios para el pueblo. Afortunadamente, existe
una porción interesante de jóvenes, en el Paraguay, y, por qué no decirlo, en
todo el mundo, que viene adquiriendo conciencia de la relación intrínseca,
entre política y corrupción; y del triángulo básico: poder-ignorancia-corrupción,
desarrollado en la doctrina curacionista, por medio de la teoría general de la
corrupción, presentada en el año 2011.
Principio de rebelión y resistencia
Principio de rebelión y resistencia
Nuestro país ha levantado cabeza, gracias a la juventud: así
ocurrió a lo largo de toda nuestra historia. Es la fuerza motriz, que utilizando
los conocimientos adecuados, que conviertan sus ideales en hechos, puede llevar
a un gran progreso social con justicia.
“Ahora esperamos
cumplimiento, para las miles de necesidades sociales, en el campo de la
educación y encontrar la fórmula, que
pueda recuperar los días perdidos”—agregaba el parroquiano.
El cuarto poder, está colaborando activamente en superar la
ineficacia, informando sobre casi la gran mayoría de los hechos, actos y
prácticas del poder; con la mayor claridad, libertad y virtud posibles,
instando a los ciudadanos a buscar su desarrollo en el bien común, una visión
prácticamente desechada por las ideologías parciales, normalmente antagonistas.
La salud pública en juego
La salud pública en juego
“También sería
interesante mirar a la parte salud, ya que los abusos de las instituciones
sigue, en el IPS y los organismos dependientes del ministerio del ramo:
abandonados y sin dirección”—insistía el demócrata del sur.
La confusión de los encargados de la administración pública,
en el manejo de las cosas, ha llevado siempre a la ineficacia, ante la opinión
pública. Prometer es fácil, ante cualquier circunstancia, pero sin la menor
posibilidad real de cumplir. Ese es el concepto de lo que comúnmente se llama
politiquería.