Este principio de materia de ciencia no tiene
fronteras, nación ni estatus social, donde todo sirve a sus intereses a fin de
perjudicar, principalmente, a los más necesitados, ya que los acomodados son
sus operadores y el poder los protege en su beneficio.
Hemos determinado con meridiana claridad qué es la corrupción y cómo actúa, y hoy gracias a Internet, tal vez, alguien más va conociendo la importancia de saber sobre este flagelo mundialmente llamado corrupción.
Aquí en mi país tenemos muchos ejemplos y a
casi nadie le interesa, incluso hay grandes economistas que declaran
públicamente los errores en su administración; incluso piden disculpas por los
perjuicios causados al erario; llegan incluso a alegar desconocimiento.
Mientras, el gobierno y nuestros representantes ante el Congreso, se callan.
Sin embargo, es importante recalcar que la “ignorancia” de
Quienes trafiquen o infrinjan a la misma deberán alguna vez ser penalizados e indemnizar por lo perjudicado al Estado.
Esta situación clarificadora no se podrá hacer cumplir si no sabemos la diferencia en la aplicación de la ley a los funcionarios públicos y con respecto a los ciudadanos comunes, quienes están amparados hasta donde la ley prohíbe. Mientras tanto, los funcionarios públicos están obligados a “no hacer” lo que la ley no permite, y son responsables por sus actos en la función estatal.
Si esta norma fundamental se llega a desarrollar en la conciencia iremos mejorando en el país.