Pantalla de obras
Un parroquiano de Ca’aguazú
me dice: “Lo más grande es la corrupción
sistémica aquí; todo a nombre de servicio
público”.
Según la TGC, la ignorancia divide a los poderes y éste
debe encontrar los mecanismos para
bajar la corrupción, y no ampararla.
Hoy ya somos los más notables en el río de la Plata, según la comunicación
y el gobierno.
Paradoja política
“Pero aún teniendo abundancia
de lo producido, tanto en hidroelectricidad como en productos varios, seguimos atados a la ignorancia y la corrupción
sistémica sin parangón”, sentenció.
“Nombrando a indiciados
y declarados ante la prensa, enredados en conocidos casos de corrupción, en altos cargos, para que cuiden el gallinero”.
Esto perjudica a los
ciudadanos y su afán de vivir en una democracia
representativa, que termina en sorna ante la convivencia internacional, de
un país pequeño, luchador y constantemente deseoso de superar la inestabilidad política, generada por
los seguidores de una ideología parcial
y subjetiva.
Polarización falsa
Una idea que siempre está, en cada cuadra y a la espera de
nuevos informes de que somos los primeros en explotación agrícola y en energía, para usarlo luego de caballito que mantenga a los esbirros,
que siguen pretendiendo domesticar a la
gente, levantando transgresiones, incluso, de pretender violar la Carta Magna, para seguir usufructuando la cosa pública, ya sea
como oficialista u opositor, en
nombre de la fachada democrática en contubernio de los llamados acuerdos en
tiempo presente, y así seguir cosechando la ignorancia de los principios
universales del derecho, en el futuro.
“La claridad, la
libertad y la virtud, sigue esperando en los cajones del poder legislativo; herramienta para
bajar los niveles de este flagelo, el más grande del país, y tal vez del
mundo”, insistía el hombre de tierra adentro.
Solo considerando a la corrupción
sistémica como acto autónomo de la
corrupción, y enseñando los principios de esta ciencia, se podrá ayudar a
los poderes y elevar la condición del
ser humano, para su participación efectiva en la curación social.
Asegurar la democracia
participativa, con libertad y virtud,
a favor de la claridad en los gobiernos, consiste en concentrar esfuerzos para
disminuir los verdaderos problemas tanto
económicos como sociales, que normalmente tienen un tronco común: la corrupción sistémica.
El hombre debe tomar
conciencia de la naturaleza,
manejando con dignidad y respetando su propio hábitat, dando oportunidades
para crear un mundo mejor.
En esta Navidad, de lo
más grande del mundo, con “Jesucristo”.
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