Gobierno doble
Un parroquiano de Cateura, Bañado sur, me expresaba: “Si hay
duplicación en los cargos, la corrupción sistémica se
vuelve ilimitada en el Estado”.
Según la TGC, la ignorancia en movimiento está al
servicio de todo poder, sea cual sea el sistema
de gobierno aplicado.
Nuestra democracia,
sin embargo, pretendida como de acción y pensamiento,
es puesta a prueba, constantemente, ante el mundo, sin importar otro objetivo más que la verdad.
Rémoras
Esta duplicación en
los cargos públicos del país, era la carta de presentación en el sistema totalitario; por eso, hasta hoy
existen parlamentarios, pidiendo la vuelta de aquel régimen, que poco exigía,
más que el silencio y el ñembotavy*.
“Las prácticas de
tener dos o tres cargos como ‘médico’,
demuestran la total falta de técnicas de ocupación por parte de los administradores del bien común”,
señalaba el demócrata de Asunción.
Aquí en el país, el regalo de quienes mandan, siempre ha
sido el nombrar funcionarios
públicos; pero la consecuencia en el mediano y largo plazo es la corrupción
sistémica sin límite, ya que éstos confunden la función pública, con simples
trabajos privados. Incluso llegan algunos al colmo de convertirse en “mediáticos”,
para figurar con su práctica politiquera,
en nombre de la institución.
Presupuestos de bien
común
La claridad, la
libertad y la virtud, deben estar al servicio del bien común; a su cuidado. La
duplicación y los abusos de cargos públicos, en distintos hospitales, debe
desaparecer; para ordenar y dar mejor
atención a los necesitados de tales profesionales.
Si esta costumbre no se supera, tampoco habrá respeto en los
presupuestos, que se aplican en nuestra híbrida
economía, manejada políticamente
a espaldas del pueblo, cual mula del
oriente, a la espera de proclamas y
propaganda sicológica, con tal de mantener la ignorancia recaudadora.
Los jóvenes y la gente hoy están buscando respeto ante la
verdad en cuanto al manejo público;
ya que los viejos tiempos de congraciarse
con padrinos políticos, generando el beneficio para los ‘leales e incondicionales’, abusando y atropellando el derecho con duplicaciones,
debe ir terminando, por el bien de los
ciudadanos y el propio Estado.
*Desentendido.
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