Relaciones
intrínsecas
Me explica un parroquiano de Pilar: “Aquí luchar contra el compadrazgo es igual a
desarmar la propia corrupción
sistémica”.
Según la TGC, la ignorancia
en acción, termina administrando todo
poder estructurado en un Estado, si la misma no es identificada y repelida a tiempo.
En una democracia
representativa de verdad, la ética de
los encargados, termina otorgando la misma funcionalidad
a las personas, exigiendo cuidados, para mantener la fe y confianza de la opinión pública en su labor.
El compadrazgo en el país, siempre preponderó, ya que nos
conocemos, y casi todos tenemos un
tronco común; tanto influye esta situación que hubo épocas de dominación familiar, de tal o cual
apellido.
Economía cercana
“Posiblemente esta costumbre es realidad en toda Latinoamérica; pero en Paraguay, como somos muy pocos, golpea
hasta la canasta familiar de todos”,
agregaba el pilarense.
La libertad, la
claridad y la virtud, son los únicos
principios capaces de buscar bajar el flagelo principal de la humanidad, a través de la enseñanza en ciencia y una política, cuyo objetivo sea levantar la
justicia.
La vieja costumbre
de acusar a la sombra del bien común; para seguir usufructuando los grandes
medios económicos, disponibles a favor de los mandantes, amparados por la
politiquería barata, va desgarrando a la gente de tierra adentro.
Constitución sin clases
Un Estado de derecho
de iguales, según nuestra Constitución
Nacional, al no ser respetado, en la interpretación, caen en letra muerta, peor incluso, que la tiranía.
“La única defensa en
la democracia, es el buen cumplimiento
de toda ley en la República,
empezando por los gobernantes, mi amigo”, insistía este ciudadano un tanto
dolido.
Aquí nos conocemos
todos, hasta el origen de la ignorancia
y corrupción sabemos, entre
compadres.
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