A través de este medio, deseo expresar mi solidaridad con los ciudadanos que llevan adelante la cruzada mundial de "Los indignados". Me considero uno más de ellos.
Pero, indiscutiblemente, la realidad social y política que atraviesa mi país, me obliga, como hombre de derecho, seguir creyendo en una transformación social a través de las familias.
La corrupción se ha sistematizado tanto, y ha trocado la falta de ética en ley y principio, y eso se extendió hacia las prácticas macroeconómicas expoliadoras y fratricidas.
Son los exterminios físicos y morales del presente. De nuestro siglo.
No podemos como políticos, como ciudadanos, como padres de familia, seguir engañándonos y engañando a los otros diciendo que "todo está bien, que somos felices y que siempre lo fuimos".
Ha llegado el momento de revelar la verdad por doquier, algunos la verán con escepticismo, otros con pasión y arrebato, y otros se resistirán a aceptarla. Pero la realidad, tarde o temprano, y hoy en día por el avance tecnológico, me parece que más temprano que tarde, prevalecerá.
Así, somos hoy en el país más de 1000 familias paraguayas que se acompañan día tras día con ese ideal, esa fe en la nación grande, en ese afán de ir curando la corrupción, para desarrollarnos con más conciencia humana, con más esencia y espíritu.
La democracia nos ampara hasta hoy, no la desarticulemos, fortalezcamosla, formandonos más como ciudadanos.
Por esa causa, por ello, merecí importante publicar mis investigaciones y la doctrina curacionista, porque sea cual sea la revolución mundial que opere, si no existe mayor conciencia de los involucrados, seguirá siendo la idea de unos y la "moda" de otros. Es el tiempo de la intercomunicación, de los mensajes y de las respuestas.
Vaya para los indignados mi apoyo!
Saludos!
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