Paraguay civil
“Al tiempo y a la corrupción
sistémica, nadie puede ponerle punto final”, aseveraba un parroquiano del
Bañado Sur.
Según la TGC, un poder debe solucionar los problemas
sociales, con el principal afán de que no se reproduzcan en un futuro, y no
viceversa.
A esta altura de la civilización universal, en pleno auge
democrático, seguimos creyendo en ciertos mitos
sobre la lucha anticorrupción. Un flagelo que ya cuenta en nuestro país con
un principio de ciencia y una doctrina política específica.
Denuncias sin resolución
Este ciudadano de Asunción asegura: “El tiempo juega en negativo, en casi todas las denuncias, principalmente
contra los gobernantes”.
Lo dicho por este señor lo podemos considerar un mito, común
en nuestro país, que se manifiesta cada cinco años, en los gobernantes de turno.
La solución de fondo
está disponible, solo falta interés para aceptar la verdad: de la claridad, la libertad y la virtud, para
enseñar la ciencia y desarrollar al país a favor de los jóvenes, principalmente
deseosos de ser mejores y no seguir admitiendo la ignorancia subjetiva, en los funcionarios y encargados de la
administración pública.
Mientras no se tomen las recomendaciones exactas y las
investigaciones objetivas, para superar la ignorancia ética en las funciones,
que está en la competencia de los poderes, poco o nada se avanzará en la
cuestión.
El curacionismo
necesario
Ayudar al Estado y humanizar la política, son las bases del curacionismo, ideología actual capaz de
la acción suficiente, para bajar la corrupción
sistémica, aquí como en cualquier universo poblacional.
“Al parecer nuestros representantes de las Altas Cámaras, a última hora, se están
poniendo la camiseta, al rechazar la violación constitucional”, repetía el
asunceno.
No solo ellos, sino el mismo administrador central del país,
prometió llevar la verdad en la mano,
cuyos responsables en derecho, darán cuenta al pueblo de los abusos de la ley y
el derecho, en perjuicio del bien común.
No más mitos en la
ignorancia, que sigan obscureciendo nuestra historia patria.
Comentarios
Publicar un comentario