Con este libro, "La ignorancia y la corrupción", publicado hace más de 15 años, y cuyos principios los comencé a esbozar hace más de 40, nace el curacionismo nacionalista y democrático.
Es la descripción de una realidad insoslayable, inocultable y evidente, aunque en esos tiempos no reconocida oficialmente en ningún contexto político ni social, por considerarse a mi tesis como un mero "diagnóstico" o pesimismo anacrónico. Hoy, la sinceridad parece brotar a borbotones, pero las cúpulas se mantienen en su tesitura de engañamiento.
Sí, indiscutiblemente la política, como instrumento electoral-proselitista, se basa en la percepción, no en la realidad misma. Sin embargo, si la política es simplemente una extensión permanente de propaganda electoral sobre un supuesto "iluminado" es falsa política. La política se fundamenta en la doctrina aplicada en la acción, en la realidad, por los partidos y movimientos políticos. Si no es así, la política no se sustenta en el tiempo, ni favorece al país, a la generalidad, ni mucho menos al mentado bien común.
La doctrina curacionista hoy, basada en una acción central de disminuir la ignorancia(entendida en el moderno sentido) y la corrupción, constituye la curación social, para ampliar y hacer virtud del poder, en cualquier estrato de la sociedad.
Con algunos principios generales tales como la nueva definición de ignorancia, y la definición sistémica de la corrupción, que se constituyen en los tres poderes del estado, se ha dado inicio a lo que yo denomino para el Paraguay y el mundo como la era de la realidad y la conciencia.
Es la descripción de una realidad insoslayable, inocultable y evidente, aunque en esos tiempos no reconocida oficialmente en ningún contexto político ni social, por considerarse a mi tesis como un mero "diagnóstico" o pesimismo anacrónico. Hoy, la sinceridad parece brotar a borbotones, pero las cúpulas se mantienen en su tesitura de engañamiento.
Sí, indiscutiblemente la política, como instrumento electoral-proselitista, se basa en la percepción, no en la realidad misma. Sin embargo, si la política es simplemente una extensión permanente de propaganda electoral sobre un supuesto "iluminado" es falsa política. La política se fundamenta en la doctrina aplicada en la acción, en la realidad, por los partidos y movimientos políticos. Si no es así, la política no se sustenta en el tiempo, ni favorece al país, a la generalidad, ni mucho menos al mentado bien común.
La doctrina curacionista hoy, basada en una acción central de disminuir la ignorancia(entendida en el moderno sentido) y la corrupción, constituye la curación social, para ampliar y hacer virtud del poder, en cualquier estrato de la sociedad.
Con algunos principios generales tales como la nueva definición de ignorancia, y la definición sistémica de la corrupción, que se constituyen en los tres poderes del estado, se ha dado inicio a lo que yo denomino para el Paraguay y el mundo como la era de la realidad y la conciencia.