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LA CORRUPCIÓN Y LA GENTE

El susto de la gente sigue igual. Al nombrarle a la corrupción, no dejan terminar una frase y te dicen: —“Aquí en el país, la corrupción es la que manda”. Según la TGC, la injusticia, es el vicio y la ignorancia, cuyos responsables son los encargados de los poderes. Esta es la parte obscura de la democracia; si miramos solamente el interés de servirnos del sistema. Nos encontramos desprotegidos ante la realidad de los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica imperante.

LA CORRUPCIÓN: "MERCADEO IMPLANTADO"

Para la gran corrupción, la economía es su caldo de cultivo perfecto. En los países subdesarrollados, haciendo uso de un mercadeo implantado, sobre una supuesta necesidad, manejada hábilmente en los poderes. Según la TGC, un sistema democrático verdadero, es la mejor manera de disminuir el flagelo. Por eso, hoy nos damos cuenta, a través del cuarto poder, lo defraudado al sufrido Estado, en los distintos Ministerios y sus ex ministros, a nombre de los campesinos; esperanzados de siempre, en lograr un levante en su paupérrima situación.

CORRUPCIÓN Y DESASTRE ECOLÓGICO

Los cauces hídricos; ríos, arroyos y lagos: totalmente contaminados. Pese a contar con Ministerios con presupuesto, que deberían cuidar y enseñar todo lo referido al saneamiento ambiental; generando, inclusive, el voluntariado, como un medio de ayuda a los funcionarios públicos asignados. Creemos que es la única forma de intentar, atajar este desastre ecológico, impulsado por la corrupción sistémica, amparada en las estructuras de poder. Según la TGC, si los administradores de los poderes, no hacen cumplir la ley, con equidad y ética, existe injusticia en la población.

LA CORRUPCIÓN: CONFLICTO PERMANENTE

En estos últimos días del año, la gente está en conflicto permanente; por los cambios y subas, en los productos de primera necesidad: sumado a la poca atención con que cuentan, en esta época, los hospitales públicos. Me decía un parroquiano, en el Bañado Sur: —“Si estos imputados, peces gordos, devuelven lo defraudado, no se necesitará aumentar el costo del pasaje. Hasta los niños, en las escuelas, podrán tener sus meriendas” Según la TGC, la falta de conocimiento, de lo que es la corrupción, objetivamente, en el derecho, lleva a la población al conflicto permanente.

La política verdadera

—La política subyuga a una persona. La atrapa en sus propias necesidades, por pretender hacer algo más a favor de los otros. Esta forma de ser y existir, de a poco va quitando hasta profesionalismo a las personas, aquellas que pretenden practicar la buena política, perdiendo el deseo mismo de lo material, para pensar en la virtud y en el cómo curar las enfermedades sociales. —Y otra realidad importante: La ciudadanía pide, hoy en día, la participación activa con sus representantes. Debo ser sincero: Me doy cuenta que este pedido de los ciudadanos, fue, tal vez, el motivo para generar la explotación a través de los medios masivos de comunicación, en todo el mundo, y por supuesto, en Paraguay, para crear con esa idea los políticos comerciantes, generando el mercantilismo político. La política de la conveniencia. La política falsa.

La democracia

En la democracia, según la doctrina curacionista, que tratamos de explicar en el Movimiento Nación Grande, partimos, en la carrera política, como seres humanos; formando familias, sin que nadie esté por su partido político o por cualquier privilegio, que le permita atribuirse como los únicos capaces. Todos somos iguales y tenemos el mismo derecho, de participar para la elección de autoridades, en la carrera política nacional. Me gusta la perseverancia para conseguir un objetivo, igual que en la práctica del atletismo. Recién en la carrera, tenemos el valor de hacer realidad el convencimiento para mejorar la sociedad.

La corrupción peligrando la seguridad

Como elemento imprescindible, de toda sociedad civilizada, la corrupción está permanentemente: Apeligrando la seguridad de una democracia representativa, cuando los encargados de los poderes, no respetan el Estado de derecho. Según la TGC, la democracia con un Estado de derecho, bien interpretado, puede disminuir paulatinamente la corrupción. Hemos crecido en una democracia bananera, al servicio de la corrupción sistémica, sin límite, entregando todos nuestros recursos naturales y expoliando a nuestros hermanos indígenas.