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LA LUCHA ENTRE EL PODER FÁCTICO Y EL PODER VIRTUD

Como ambos poderes tienen capacidades opuestas, es normal que el poder fáctico no reconozca al poder virtud. Esto en razón de que la acción y materialización de los hechos que establecen el poder son lo más visible para los sentidos humanos. Parecería que en la fuerza y la expresión físico-espacial del poder se condensa el poder mismo. Sin embargo, el poder fáctico sin el poder virtud carece de sentido de justicia, ya que sólo obedece al orden preestablecido por la pancorrupción, utiliza su espacio para buscar la prevalencia de quien tiene más fuerza. Prima el descontrol y la anarquía, que son reprimidas por fuerzas brutas que carecen de la legitimación social, que sólo se puede dar a través del poder virtud.

La corrupción y la farsa

La característica del subdesarrollo es la falta de respeto, hacia las normas establecidas en la sociedad; utilizando la ‘farsa’, para ocultar los hechos reales. Según la TGC, si la ignorancia en la ocultación del poder, no toma en cuenta las mínimas garantías de un Estado de derecho, se convertirá en injusticia. Nuestra política: muy poco exigente a la hora de cumplir y hacer cumplir la ley, porque algunos politiqueros influyentes, siguen aplicando el inconstitucional principio ‘en democracia manda la mayoría’.

La corrupción y la vecindad

Nuestro país está sintiendo el peso de la vecindad geopolítica; aprovechado habitualmente por la corrupción sistémica, para sus fines. Según la TGC, mantener el poder sin bajar la ignorancia en la ocultación, perjudica a la microeconomía nacional. Tenemos, supuestamente, potencial como condóminos de nuestros vecinos en las dos hidroléctricas; pero, sin posibilidad de recibir lo justo a favor del pueblo, sobre estas empresas de alto rendimiento. Mientras, la politiquería de los demagogos habla, de” que para salir de la pobreza extrema necesitamos producir más, a favor de la agroindustria; en toda la geografía nacional ”, otro cuento más para favorecer al vecindario. La misma claque que ganó de nuevo “por goleada”, en ambas Cámaras, para acrecentar sus ingresos y no tributar por sus ganancias, en perjuicio directo de los más necesitados: los cuales sí deben pagar hasta el último suspiro, en cualquier compra que hagan. A parte de conocernos todos, en una vecindad, la corrupc...

¿Corrupción: es objeto de ciencia? Teoría General de la Corrupción.

Específicamente en nuestro país, el común de la gente considera saber por lo menos algo sobre la corrupción. Y se siente segura de lo que sabe. Esto ocurre precisamente porque la ignorancia  es  el caldo de cultivo de la corrupción generalizada . Por ello, principalmente entre los servidores públicos, ya no se distingue un acto justo de otro corrupto. No ha existido hasta hoy ninguna enseñanza o criterio educativo sistemático; pero sí intentos válidos. Por más que la corrupción, junto con la prostitución, es la más antigua de las desviaciones humanas.

Sobre la corrupción y la demagogia

Este ‘principio de ciencia’, la corrupción, está muy ligado a la práctica de la demagogia, ya que ambas se rigen por el mismo principio: la ocultación de la ignorancia. Así es como se utiliza a la ‘ley’, según la conveniencia; la interpretación se vuelve volátil, la justicia es lejana. La Teoría General nos permite explicar además, que la ‘ley’ o norma jurídica, es un elemento transitorio de los sistemas de corrupción. Por eso, a la  corrupción sistémica podríamos denominar también ‘ intraley’ , es decir, que se camufla en la propia disposición legal. En apariencia, no la agrede, sino que se sirve de ella.

Sobre la corrupción y las alternativas

Me decía un parroquiano del Bañado Sur, “nosotros sabemos nuestras limitaciones en el manejo de nuestra economía”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación disminuye a través de la democracia verdadera; y cuál es la forma de identificarlo, por el modo del accionar del cuarto poder o prensa. Aquí en el país lo menos aprendido, tal vez, sea la capacidad de limitarnos a vivir de acuerdo a nuestras posibilidades reales económicas. La burbuja es la constante, se hincha hasta donde puede y luego termina desintegrándose en el aire.

Corrupción Vs. Finanzas públicas

La autonomía de un Estado, en la administración de sus finanzas públicas, debe ser controlada por los ciudadanos, de modo a evitar la corrupción sistémica en su manejo. Según la TGC, el poder puede conseguir mejorar la economía a través de política y responsabilidad social.