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La corrupción y la barbaridad

“A nadie le convence ya la retórica al servicio de la corrupción sistémica”, explica un parroquiano del Alto Paraná. “Confunden, nuestros representantes, política con politiquería democrática” Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, crea la percepción y la primacía de lo económico.

La corrupción y los salarios

“Por algo somos campeones en corrupción”, me decía un parroquiano del Bañado Sur, al escuchar los salarios de primer mundo que perciben algunos. Según la TGC, la ignorancia es elemento de la corrupción sistémica, en todo sistema de poder. Sumado a la falta de ética, de nuestros representantes, nos da como resultado la realidad en el manejo de las cosas públicas. Que consigue hasta que la administración de justicia, caiga en el prevaricato, tipificado y penado por ley. Se debe comenzar a exigir la aplicación, de las penas previstas para este grave delito en la función pública. Para mejorar nuestra democracia, y devolver al pueblo su confianza en las instituciones de nuestro Estado de derecho.

La corrupción y la distracción

“Para nuestros representantes, todo es distracción, cuando se trata del manejo del Presupuesto. Al amparo de la corrupción sistémica, que tiene su historia en nuestra política”, me decía un parroquiano del Alto Paraná. Según la TGC, si los poderes constituidos no respetan sus propios principios, la corrupción hace estragos. Estas verdades, dichas y conocidas, por medio de los hechos presentados por el cuarto poder, se empiezan a difundir en cada esquina: en todas las ciudades del país. Así es como podríamos afirmar, objetivamente convencidos, de que la democracia verdadera, es el único camino para ir disminuyendo este flagelo de carácter mundial.

La corrupción y el crecimiento económico

“Últimamente nuestra economía está en crecimiento constante”, me decía un parroquiano del Bañado Sur. “Lo único que a la gente jamás le alcanza esta situación. Sumado al agua que retrocede lento, se parece a la corrupción sistémica: todo lo mastica” Según la TGC, si la ignorancia en la ocultación del poder, sube en la percepción popular, aumenta la injusticia social. Los golpes de la vida, son mucho más fáciles de observar; en los límites de las ciudades, donde la pobreza y la prosperidad determinan el vivir humano.

La corrupción y los privilegiados

Nuestra democracia se parece al Carnaval de Río: siempre nos presenta sorpresas de mano de la corrupción sistémica. Según la TGC, si el poder constituido, no hace méritos para bajar la ignorancia, va perdiendo aceptación popular. Esta costumbre de nuestros políticos, de convencer ‘por el estómago’, hoy les está comenzando a jugar mal; ya que el cuarto poder, sigue tratando de servir al pueblo, contando la verdad en sus hojas.

Sobre la corrupción y los despedidos

Me decía un parroquiano del Bañado Sur, “no solo nosotros estamos en apuros en el Congreso; hay muchos despedidos; por estar al servicio de la corrupción política. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, debe ser constantemente controlada y aclarada, a fin de evitar el desarrollo de la corrupción sistémica. Nuestro país se ha convertido en el blanco predilecto, de todos los estudios sobre percepción sobre esta materia, a nivel mundial. Por esa razón, el planteamiento realizado por medio de la Teoría General propuesta (TGC), busca allanar el camino, como un principio de ciencia.

La corrupción y la emulación

Tal vez sea el último país; por no decir el único país, donde las instituciones públicas, tienen una dirección y las leyes otra. Donde las normativas son burladas por la corrupción sistémica, en más de las tres cuartas partes de la estructura del poder. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, es la base para el desenvolvimiento de la corrupción sistémica. “La Secretaría de la Función Pública, está de parabienes”, me dijo un funcionario de Hacienda, ya que no pueden dejar de aplicar la multa, establecida para todos aquellos que no cumplieron con la Ley 5189. Más que una actitud policíaca, se trata de hacer respetar el buen andar del gobierno, ante la ciudadanía.