Una parroquiana muy leída de Asunción me dice: “La corrupción y el tango
se baila de a dos”
Según la TGC, la ignorancia es un elemento de la corrupción.
Es muy cierto lo dicho por esta dama; pero le sería de mucha utilidad
hablar con propiedad sobre el tema ya que existe una teoría general de la
corrupción, aplicable a cada caso en particular.
En virtud de que tal expresión se ha popularizado, hasta puede ser
considerada como acreedora de cierto nivel de verdad, en una democracia social
de derecho según la Ley.
“Si todos los actos realizados en una supuesta licitación están
mal, ¿qué nos espera?” –insistía esta dignísima señora preocupada.
Ahí comienza la verdad sobre la cuestión, del porqué es importante
conocer bien este principio de ciencia, ya que, al desconocer sus
movimientos con sus elementos, fácilmente puedes estar nadando en sus turbias pretensiones,
aun figurando en la pirámide de cualquier sociedad, sistema o religión.
Si se conoce, hasta donde dice aquel dicho, solo la parte subjetiva, la
corrupción objetiva o la gran corrupción seguirá sacando sus beneficios,
sin tener ninguna oposición por parte de los verdaderos responsables, en cada
caso específico; ya que utilizan la estructura de los poderes y la Ley
en ignorancia social.
“¡Pero aquí en el país se identifican a cada uno de los responsables
de los casos!”
Doble pena en la mente de la gente, a nivel general y satisfacción de los
infractores de la Ley y el derecho, ya que al no ser modificadas leyes
elementales tampoco se pueden aplicar las penas y devoluciones
inmediatamente; a los actos, hechos y prácticas de corrupción, con más razón en
estos tiempos muy difíciles. Pero siempre proclives para conseguir ventajas al
comerciar con “papá Estado”, cuya consecuencia pagamos todos los
ciudadanos.
Y nos callamos al desconocer los principios de cómo bajar la gran
corrupción y dejar de repetir como loritos dichos gastados del Río de la Plata,
queriendo equiparar un sistema esencial del poder, a un baile de pareja, usando
la ignorancia.
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