Una parroquiana de Luque me propone: “El curso rápido en política suele terminar
en corrupción sistémica en acción”.
Según la TGC, todo poder está siempre
bajo el acecho de la corrupción.
La claridad nos obliga a comprender que
la política es sinónima de poder; están irremediablemente unidos, por ende, a
la corrupción sistémica, en cualquier sistema político, cuando los encargados
no pueden identificar y disminuirla.
Ante esto, el gobierno en su integridad, irá perdiendo credibilidad y respeto;
por la natural injusticia en la que devienen sus actos.
Aquí la democracia participativa y de
estado social de derecho, obliga a respetar la Constitución y los Convenios
internacionales de la lucha anticorrupción, de los cuales somos firmantes.
“Esto
sigue en la ignorancia, al desconocerse la buena interpretación, y más con los
alumnos de “curso rápido” en política”,
agregó la ciudadana un tanto ofuscada.
La libertad
que nos permite hoy en día nuestro desarrollo en democracia, va acentuando ese
deseo del país de aprender a respetar la “Res-pública”; tratando de comprender
la urgente necesidad de bajar la ignorancia
de los encargados de la función pública y buscar la verdadera justicia en
el manejo estatal.
“Hubo
muchas denuncias e imputaciones, que trajo como resultado un “nuevo chico listo”, decía preocupada la señora.
Latinoamérica es una caja de Pandora y la magia
siempre fue la praxis de la corrupción
sistémica; que hoy justamente estamos comprobando con este principio de
ciencia: al servicio de todos y cuyo único objetivo es bajar la ignorancia en
los poderes y dar a la gente seguridad jurídica.
“Nosotras somos de Luque y pensamos
posible vivir la verdadera democracia social. Si seguimos el diálogo podremos construir política”, concluyó.
Comentarios
Publicar un comentario