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Negligencia y corrupción

Una parroquiana de Luque me pregunta: —La negligencia, ¿es corrupción en los hospitales? Según la TGC, la ignorancia utiliza muchas veces a la negligencia en el accionar sistémico de la corrupción. En toda democracia la claridad, la libertad y la virtud son las piedras fundamentales para la buena convivencia. Al pretender obscurecer, por la negligencia, en los servicios públicos: se comete corrupción sistémica, que golpea a la gente sin piedad al no haber justicia con ética y moral. —Aquí todo se utiliza y se interpreta beneficiando a los funcionarios: hasta le ponen precio a la vida—sentenció la señora luqueña. Lo bueno y lo malo de la democracia, tal vez, sea la posibilidad de contar la verdad, máximo en tiempos de campaña política para esperar ser “votados per no elegidos”, ya que todo está movido bajo la supuesta democracia, cuya base es la dictadura de la necesidad, asfixiante de la población, sumado a la falta de civismo y de hábitos de lectura. —Seguimos vendiendo

La Palanca y la Corrupción

Me llamó una parroquiana de Pilar y me dijo: — Si la palanca del desarrollo es la corrupción, ¿para qué sirve el clima de negocios? Según la TGC, la ignorancia tiene sus grados en el poder. Por eso da miedo a la gente contar y saber de ideas para bajar la ignorancia y la corrupción. Porque implica justificar pingües ganancias para un grupo económico en procura de votos digitados, en nombre de la sufrida democracia latinoamericana; tan pobre y paupérrima de civismo. —Aquí nosotros estamos muy visitados, al tener cerca el río y el aeropuerto, pero la palanca de la corrupción, apenas llueve, y nos ahoga. La claridad, libertad y virtud, puede comenzar curando a la gente, conociendo como luchar, contra el flagelo número uno, en todo el mundo. —Ahora el miedo sigue en la mente y la vida de los ciudadanos —repetía esta ciudadana— No importa de qué abolengo sale, encabezando “palanca de desarrollo” al estilo Paraguay y Latinoamérica. Con los ejemplos de los países vecinos y amigos,

Ideología y corrupción

Una parroquiana de Cateura me afirma: “La ideología de la función pública sigue siendo aumentar la corrupción sistémica en la política”. Según la TGC, la ignorancia es parte de todo sistema corrupto, en el país; como elemento principal. “Pero, quién esté libre en la función pública, que tire la primera piedra”, sentenció la ciudadana. La mezcla de la política, tanto religiosa como social, con el derecho, genera confusión al tratar de comparar las normas que rigen la administración del Estado. Por eso es importante la claridad, la libertad y la virtud; para contrarrestar los actos, hechos y prácticas de la corrupción sistémica, que se realizan como si fueran “favores” políticos, o incluso, actos de bondad, generosidad y hasta en muchos casos, de lealtad cuasi juramentada. La ideología es la creencia de las personas en la convivencia, a veces muy efectiva, como es el caso de la corrupción como sistema de creencias. Pero, un sistema de poder,  también necesita de conocimient

Los gallitos y la corrupción

Me explica una parroquiana pilarense : “Lo subjetivo predomina en los gallitos políticos ; camino seguro de la corrupción”. Según la TGC , el poder en garras de la ignorancia , genera siempre injusticia. Nuestra democracia hoy nos permite, salir a enfrentar a la antología de la politiquería, en manos de los actores, cuyos únicos servicios residen en solucionar sus propios problemas personales, simulando, por medio de una ideología parcial , una aparente y fiel asistencia social. Decía esta honorable ciudadana: “Como si faltara argumento , hasta el tiempo hace eco a favor”. Esta claridad, libertad y virtud , va mostrando el fondo de las supuestas transparencias en boca de los “ chicos listos ”, tan promocionados, cuyos intereses económicos, dejan grandes perjuicios al desarrollo social; al dogmatizar los bienes económicos de todos, a favor de unos pocos poseedores del poder. Ya medio ofuscada, me repite esta honorable dama: “Si la acción social se utiliza como cortina

Pagar servicio y la corrupción

Una parroquiana de Pilar me dice: “Hablar de servicios sociales es aceptar la corrupción ”. Según la TGC, la ignorancia tiene a la ley para la injusticia. Nuestro sistema democrático actual, nos permite discernir, lo verdadero de lo falso, de todo cuanto ocurre en la vida social . Hay un apresuramiento en hacer y crecer en materia económica , sin medir las consecuencias de los medios humanos disponibles; para cubrir y usar esos mismos servicios sociales, tanto en construcciones físicas, como en formación de futuros operadores políticos ; becarios al amparo del erario público; confusos al no aceptar que las binacionales son también bienes públicos. “A diario conocemos, escuchamos y comprobamos corrupción en tal o cuál institución , pero nunca mejora en los servicios a la gente”, afirmaba la honorable ciudadana. “Como ejemplo, de fácil comprensión, hoy podemos nombrar a nuestro vecino — o mais grande do mundo —, donde el supuesto florecimiento en la época de sus comprome

Trabajar y la Corrupción

Una parroquiana de Ciudad del Este me explica: “Si los funcionarios trabajaran no habría corrupción” Según la TGC, el poder y la ignorancia son los que componen a la corrupción. En tal sentido, ya hemos explicado que los que perciban plata del erario público, son funcionarios y son responsables de sus actos, según nuestra Carta Magna, y los acuerdos internacionales firmados y ratificados, en la lucha anticorrupción. “Aquí hasta un ministro dice que no es funcionario público, haciendo campaña”, insistía esta honorable señora. La interpretación, demostrada meridianamente en este principio de ciencia, está en el tercer grado de la ignorancia, y es caballito de la corrupción sistémica. Es fácil demostrar esta verdad absoluta al tomar una parte de la ley, diciendo no pertenecer a la función pública, mientras se es pagado por el Estado cada mes. Entonces, por las faltas de estos funcionarios públicos, deberían ser enjuiciados, por los supuestos representantes, quienes siguen pen

La negligencia y la corrupción

Una parroquiana de Pilar me preguntaba: “¿Será la negligencia en la función el eje de la corrupción pública?”. Según la TGC, la ignorancia en movimiento utiliza la negligencia dentro de la función sistémica. Ya se conoce en los países adelantados la doctrina de la “ignorancia deliberada” , comúnmente planteada por los funcionarios públicos, para tratar de eludir su responsabilidad, al ser acusados, sea por la prensa o por la misma justicia. “Utilizar para su propio beneficio o de un tercero , un cargo o posición en el poder, constituye negligencia deliberada, que termina siendo pagada por todos” , aseveró la preocupada señora. Al no comprender el juego de la ignorancia de la ley, los grandes de la corrupción sistémica, fácilmente acusan actos, hechos y prácticas, como si se trataran de una conspiración o castigo, contra el gobierno y en perjuicio de la democracia. Pero siempre, al final, ganan el derecho y la razón. “ O mais grande do mundo ”, aquí en Latinoamérica, con su