Una parroquiana de Asunción me llama y dice: “El sistema “Mensú”
volvió en la capital”
Según la TGC, la ignorancia siempre está al servicio de todos.
Ciertamente muchos jóvenes, le expliqué a esta dignísima ciudadana, no conocerán
a quienes le deban el mote de “mensú”. A los peones esclavizados de los
Yerbales.
Ahora, lo que ella me comentó fue la bicicleteada a los jugadores de clubes
muy conocidos y grandes, alegando los dirigentes la situación social;
entregando pagos diferidos a dos y tres meses, como si fueran grandes
comercios.
“Los jugadores de fútbol no pueden bancar sus gastos y si cambian, se
les vuelve a quitar un porcentaje y eso es injusto” –resaltó la dama.
Al no conocer el manejo de la ignorancia en el derecho, fácilmente en las
operaciones administrativas con poder de decisión, caen en corrupción. Pero, al
ser particulares son fácilmente identificables los actores, cómplices y
encubridores; pero si son de la Función Pública se debe urgir para
tratar de precisarlos, ya que utilizan la propia Ley: que puede ser un
contrato, acuerdo o sentencia.
A esto nosotros denominamos corrupción sistémica o “gran corrupción” en
la función estatal.
“¿Cómo es que se conoce a los actores y cómplices, pero no se les
puede aplicar la ley con su peso?” –exclamó la mujer.
Sencillo. Para mejorar la lucha anticorrupción se debe conocer primero,
qué es la corrupción, para luego tratar de curar. ¿O acaso una enfermedad se
puede curar sin conocer el mal?
“En ese sentido claro que sí; pero la gente dice que existen leyes y
buscan la transparencia”.
Efectivamente existen esas leyes cuya interpretación se usa en
nombre de la transparencia; pero con un alto contenido de la ignorancia, a
favor de quienes detentan los poderes. Mientras el pueblo en general considera que,
al ser publicados los actos, hechos y prácticas de la corrupción, los
mismos bajarán automáticamente.
Los “mensues” cobraban por adelantado, pero no podían volver del infierno
verde de los yerbales. Vivían con promesas y recuerdos si llegaran a salir. Lo
mismo está sucediendo hoy a los jugadores de fútbol; al no haber una
administración con claridad a favor de lo social.
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