Ámbito de acción
En lo político y social, es el momento en que los propios ciudadanos, a través de pequeños grupos van ejerciendo su poder como tales. Su primacía en la democracia, como sostenedores de un estado de derecho. En el movimiento a ese grupo de trabajo y acción política le llamamos "basegran".
Actúa en cada núcleo de la vida cotidiana, haciendo ver la fuerza de la realidad, y de la convicción de vivir para la curación de una sociedad. Primero entendiéndola como acción permanente y principal. Segundo como base para la evolución de la propia humanidad.
Objeto de tal acción
Disminuir la ignorancia y la corrupción, que son factores, que junto al poder fáctico y corrupto destruyen los cimientos de la propia civilización. Pero para identificar tal enfermedad, debe promoverse la participación de los propios ciudadanos dentro del poder. De lo contrario será la misma lucha tribal que ha enceguecido a la humanidad desde sus inicios. De una secta o creencia por sobre otra.
En el curacionismo se parte del principio de la diferencia entre los pareceres de cada persona, pero que no impiden llegar a los anales de la justicia y los principios del buen proceder en el orden gubernamental y cultural.
Nadie puede imponer la democracia, o una ideología. Es el propio espíritu y la sublime aspiración de nuestro pueblo, de nuestra gente, de todos nosotros, que luego de 200 años de "imposiciones" hoy nos permite construir nuestra gran doctrina nacional. Esa que han practicado nuestros padres humanistas en el pasado. Y que hoy se fortalece de un ideal común de seguir luchando contra la manipulación de los sistemas de corrupción, y de sus hacedores.
Hoy y siempre sigue viva la llama del pueblo del Paraguay bajo el lema de la justicia.
Procedimientos
Amparados por nuestra Magna Constitución Nacional, tendremos los canales democráticos como nuestra norma.
Para llevar adelante una nueva doctrina política, sabemos que debemos ser constantes y vigorosos. Y esa constancia solo se consigue con la participación y la articulación entre ciudadanos de diversa condición.
Con humildad seguimos avanzando, ganándonos cada día nuevos aliados en la lucha. Sabemos que es la doctrina nacional por excelencia. Que el pueblo paraguayo no es corrupto, sino que ha tenido numerosos aprovechadores que han socavado los valores. Pero los valores no se extinguen ni se apagan así nomás de la memoria y la práctica colectiva.
Avancemos, Paraguay es una gran nación, y la reivindicaremos juntos con el curacionismo nacionalista y democrático.
En lo político y social, es el momento en que los propios ciudadanos, a través de pequeños grupos van ejerciendo su poder como tales. Su primacía en la democracia, como sostenedores de un estado de derecho. En el movimiento a ese grupo de trabajo y acción política le llamamos "basegran".
Actúa en cada núcleo de la vida cotidiana, haciendo ver la fuerza de la realidad, y de la convicción de vivir para la curación de una sociedad. Primero entendiéndola como acción permanente y principal. Segundo como base para la evolución de la propia humanidad.
Objeto de tal acción
Disminuir la ignorancia y la corrupción, que son factores, que junto al poder fáctico y corrupto destruyen los cimientos de la propia civilización. Pero para identificar tal enfermedad, debe promoverse la participación de los propios ciudadanos dentro del poder. De lo contrario será la misma lucha tribal que ha enceguecido a la humanidad desde sus inicios. De una secta o creencia por sobre otra.
En el curacionismo se parte del principio de la diferencia entre los pareceres de cada persona, pero que no impiden llegar a los anales de la justicia y los principios del buen proceder en el orden gubernamental y cultural.
Nadie puede imponer la democracia, o una ideología. Es el propio espíritu y la sublime aspiración de nuestro pueblo, de nuestra gente, de todos nosotros, que luego de 200 años de "imposiciones" hoy nos permite construir nuestra gran doctrina nacional. Esa que han practicado nuestros padres humanistas en el pasado. Y que hoy se fortalece de un ideal común de seguir luchando contra la manipulación de los sistemas de corrupción, y de sus hacedores.
Hoy y siempre sigue viva la llama del pueblo del Paraguay bajo el lema de la justicia.
Procedimientos
Amparados por nuestra Magna Constitución Nacional, tendremos los canales democráticos como nuestra norma.
Para llevar adelante una nueva doctrina política, sabemos que debemos ser constantes y vigorosos. Y esa constancia solo se consigue con la participación y la articulación entre ciudadanos de diversa condición.
Con humildad seguimos avanzando, ganándonos cada día nuevos aliados en la lucha. Sabemos que es la doctrina nacional por excelencia. Que el pueblo paraguayo no es corrupto, sino que ha tenido numerosos aprovechadores que han socavado los valores. Pero los valores no se extinguen ni se apagan así nomás de la memoria y la práctica colectiva.
Avancemos, Paraguay es una gran nación, y la reivindicaremos juntos con el curacionismo nacionalista y democrático.