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La corrupción y la corruptela

Concepto de corruptela Me explicaba un pilarense: “ La corruptela, ya sea entre particulares o funcionarios da sustento a la corrupción sistémica”. Según la TGC, la ignorancia en el manejo público , facilita la c onfusión en un Estado de derecho . Nuestra democracia está creciendo con claridad, libertad y virtud en todo el país y el mundo; demostrando que la corruptela, no puede tener cabida en una democracia de verdad, donde el respeto de la cosa pública, es la clave del progreso. La sola intención de exigir de los mandatarios, cae en corruptela, al no cumplir con claridad lo prometido . Juventud informada La juventud ha aprendido la práctica democrática, sin violencia, pero exigiendo con fuerza, que sean respondidos sus legítimos derechos; porque este sistema constitucional, obliga a gobernantes y gobernados, en pie de igualdad, a crecer en conocimientos. La sombra de la corrupción, arrasa en toda Latinoamérica, cual temporal no deseado, y la juventud es la

La corrupción y los golpes

“Aquí en el Alto Paraná, asociamos el golpe con la corrupción sistémica”— me decía un parroquiano de Ciudad del Este. Según la TGC, si la ignorancia no baja, siempre habrá un alto nivel de corrupción sistémica: sin importar la forma de gobierno que rija un país. “Nuestra libertad de expresión y de acción, logradas con el Golpe del 89, hasta hoy solo nos demuestra la imposibilidad de bajar la corrupción sistémica, aunque todos los gobiernos que pasaron, la han utilizado a su favor”— agregaba el demócrata del Alto Paraná.

La corrupción y las informaciones

Un parroquiano de Pilar me explicaba: —“Las informaciones parecen aumentar la corrupción sistémica en el país”. Según la TGC , la ignorancia está siempre en movimiento dentro de los sistemas de corrupción, de modo a disminuir la visibilidad de los hechos, por más publicidad o difusión que éstos adquieran. El sistema democrático actual, para América Latina resulta un tanto acelerado; al pasar las informaciones sin callar al pueblo los actos, hechos o prácticas de corrupción sistémica, afectando a los poderes, está dando mucho que pensar a la gente.

La corrupción y la autorresponsabilidad

Un ofuscado parroquiano del Bañado Sur, decía: “La autorresponsabilidad protege a la corrupción sistémica”. Según la TGC, todo poder debe bajar la corrupción sistémica, para no caer por su propia fuerza. Esta costumbre en Latinoamérica de hacer una interpretación interesada de las normas fundamentales, para beneficiar a grupos o personas, cae en autorresponsabilidad, según se ha estudiado en la Teoría General de la Corrupción (BLANCO LEÓN, F. podher, 2011).

La corrupción y la jerga

Un parroquiano del Alto Paraná me decía: “Nosotros, a la jerga la consideramos corrupción sistémica”. Según la TGC, teoría general de la corrupción, el poder y la ignorancia son los elementos que conforman la corrupción.  Por eso se ha establecido una fórmula universalmente aplicable, a todos los casos. Al comprender el poder y su responsabilidad, en cualquier sistema político, que estriba en no permitir la confusión de la denominada “jerga”, de los intereses personales o sectoriales, alegando ataques en perjuicio de los intereses generales, pero solo de boca; lo cual, por definición dimos en llamar también, ideología parcial.

La corrupción y las noticias

Un parroquiano de Pedro Juan, se quejaba del cuarto poder , mientras veía las noticias nacionales: —“Pero, ¿acaso hay corrupción en el país?”. Según la TGC (Teoría General de la Corrupción), la ignorancia siempre está en movimiento, por ser elemento dinámico del sistema. “Esta idea de solo buscar ventilar  los actos, hechos y prácticas de la corrupción sistémica, a través de la prensa, casi nunca tuvo efecto positivo, y últimamente, hasta se puede pensar que resulta un medio de “lavar” a los peces gordos, de tales acusaciones”— explicaba el ciudadano del Norte.

La corrupción y las maquinaciones

Un ofuscado parroquiano de Caaguazú, me explica: “Aquí las maquinaciones de las autoridades, hacen la corrupción sistémica”. Según la TGC, el poder siempre usa y abusa, si el ciudadano calla: Una costumbre de alterar la ley a favor de quien manda, en perjuicio de todos. Ocurre en cualquier sistema político. Se hizo hábito, en Paraguay, a lo largo de su historia, para los que han manejado los bienes públicos, el convertirlos en parte de su acervo personal o familiar; ya sea a manera de concesiones, licitaciones, adjudicaciones de tierras, desvíos y en general, de la disposición ad libitum del presupuesto general de gastos.