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Mostrando las entradas con la etiqueta Administración pública

La corrupción y la emulación

Tal vez sea el último país; por no decir el único país, donde las instituciones públicas, tienen una dirección y las leyes otra. Donde las normativas son burladas por la corrupción sistémica, en más de las tres cuartas partes de la estructura del poder. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, es la base para el desenvolvimiento de la corrupción sistémica. “La Secretaría de la Función Pública, está de parabienes”, me dijo un funcionario de Hacienda, ya que no pueden dejar de aplicar la multa, establecida para todos aquellos que no cumplieron con la Ley 5189. Más que una actitud policíaca, se trata de hacer respetar el buen andar del gobierno, ante la ciudadanía.

La corrupción y la tercerización

En las reglas de ‘lo económico’, prima la realidad en la administración; pero se utiliza, corrientemente, la figura de la ‘tercerización’, en el juego del sostenimiento de la corrupción sistémica. Según la TGC, si el poder y su estructura, no toman en cuenta esta realidad, hay ignorancia. La cual, transforma y hace estragos de las siempre vitoreadas ‘tercerizaciones’. Repartiendo la plata del Estado, sin molestarse, ni siquiera a cumplir con las leyes expresas, que regulan tales concesiones. Nuestra democracia sin claridad, está anonadada por la confusión de la mezcla entre lo privado y lo público. Caldo de cultivo favorito de la corrupción sistémica, donde el único “paganini”, resulta ser el pueblo, por medio del erario público.

La corrupción y las improvisaciones

Nuestro país, como Estado, tan caracterizado por las improvisaciones, en casi todo el quehacer social, comienza a producir un alto desprecio; sobre todo en los nacionales, por el imperio de la corrupción sistémica. Según la TGC, la estructura del poder, con mucha ignorancia en el manejo, crea la injusticia. Estas improvisaciones, las hemos visto, en su grado máximo, en la época totalitaria; en la dictadura unicolor: donde las ideas se dirigen y están obligadas a congraciarse con el régimen, pese a que los jefes o popes, sean grandes improvisados. Pero siendo leales, a quienes mandan en el país, les bastaba y sobraba.

La corrupción y el enriquecimiento ilícito

Sabias palabras, para los paraguayos, las dichas por el “Santo Padre”, acerca de la política mundial y sus actores: Todos carcomidos por la corrupción sistémica. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del sistema de poder, produce la corrupción sistémica. El enriquecimiento ilícito es un delito, en cualquier Código del mundo, que, cuando tiene como fuente, el perjuicio a los fondos públicos, resulta doblemente grave. Ahora, al tener esta figura, no es fácil penalizar, si los propios actores están en la estructura del poder. Y sus actos quedan, a la vista de la gente, como imposibles de ser penalizados.

La corrupción y las reformas

“Nos hemos acostumbrado a decir: ¡Vamos a reformar el Paraguay!”, me decía un parroquiano, de los que aún quedan en el Bañando Sur, donde hasta hoy no sabemos qué solución se tendrá. Según la TGC, un poder con ignorancia lleva injusticia; porque, al aplicar, por medio de la interpretación, las leyes en el país, termina perjudicando a los ciudadanos. Muchos siguen considerando a la corrupción, como algo subjetivo o ético, que al cambiar de hombres, será mitigada automáticamente; principalmente en la administración de justicia.