En homenaje al aniversario del PRIMER CONGRESO CURACIONISTA
EN LAMBARÉ (13 DE OCTUBRE DE 2012)
“Si la vida:
apenas es un soplo en manos del mundo –me decía una parroquiana de Pilar –debemos
superar la corrupción”.
Según la TGC, corrupción,
poder e ignorancia siempre harán la razón de existir.
El
razonamiento es muy tentador, pero la claridad en lograrlo está en manos de un desarrollo
social. Sin ignorancia de los poderes; medio imposible aún en el país.
Pero… ¿por qué?
–reaccionó la dama.
Porque el Estado
de Derecho en la democracia participativa y social, apenas es un decir, si
el pueblo; la gente, no comprende como defender y hacer cumplir.
¡Pero en el
país están imputados, señalados y publicitados con nombres y apellidos! –exclamó.
Algunos que
otros serán molestados, un tiempo, en la privación de su persona libre; pero
saldrán rápidamente y hasta pueden pretender (y lograr) una indemnización por
los daños.
–Entonces
tenemos que callarnos y que manden los que saben corromper…–sentenció.
Justamente,
para superar ese estado de situación nacional, debemos empezar a
dialogar y entender, para bien del país y el de nuestros descendientes, manejar
los principios del porqué se debe modificar la propia lucha anticorrupción.
Para no seguir en el estilo de rimbombancia desarrollista, prometiendo solución
parcial, pero para el beneficio personal de élites.
América Latina
y su desarrollo está plagado de corrupción, en nombre de los más necesitados y
olvidados. A todos, hasta a los pueblos originarios, se los engaña, con
promesas eternas.
Si el 25 % de los
recursos naturales se usara bien en provecho de los pueblos, todos hubieran cambiado,
así como la vida en cualquier lugar de América.
Nunca
tendríamos dolores como los de hoy, donde los poderes siguen usando la
ignorancia para imponer la injusticia como norma.
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