Entrevista sobre el Curacionismo
Entrevista realizada por la Fundación Podher a Francisco Blanco León, fundador e ideólogo del curacionismo político. Pre-candidato a la presidencia de la República del Paraguay por el Movimiento Nación Grande.
FP: — ¿Qué es curar para el curacionismo?
—FBL: “Es la acción de entregar conciencia plena y poder a la voluntad y la decisión de la persona. Resumido en la frase: “Si meditas y piensas podrás progresar en la vida”.
Constituye la evolución del racionalismo y el humanismo, que solo buscan la existencia misma por medio de la razón. Una existencia con armonía.
Aquí se habla de una conciencia personal y colectiva sobre el progreso mismo, sobre su construcción material y mental dentro de una sociedad.
Es plasmar un fin aparentemente individual para expresar la nueva revelación colectiva, de la sociedad, que busca ser más consciente de los procesos sociales, y entre esos procesos está la corrupción y su curación social. Proceso que es, para el curacionismo, el principal a ser estudiado y sobre el cual radica toda la acción humana en civilidad.
Curar es entonces disminuir la ignorancia y ampliar el poder, para hacerlo más virtuoso y democrático.
La ignorancia no solo como falta de conocimiento sino sobre la consciencia sobre la información a ser recibida. El para qué, el porqué y el quién.”
FP: —¿Curar significa volver las cosas a como estaban antes (conservadurismo) o trasformarlo todo (progresismo)? Usted habla de “progreso”.
—FBL: Curar es primero identificar el problema, con la conciencia no inducidos por la simple opinión pública.
Curar es tratar, permanente y constantemente. No de un sopetón pretender solucionarlo todo.
Curar es adquirir una coordinación entre la identificación del problema y la acción o tratamiento posible de realizar en una determinada circunstancia y momento social y cultural.
Por ejemplo, hoy el Paraguay y el mundo necesitan de una doctrina política que se encargue de un problema básico como es la corrupción. Es el momento y el lugar. No otro.
Vea usted, que el “cambio” por sí mismo no es curar en lo social. Si es que es solo una imposición de cambio, sin razonamiento, sin consciencia del ciudadano.
El “statu quo” o el “regresemos a lo de antes” tampoco es curar, porque la insalubridad también puede generar costumbre e inconsciencia en el ser humano.
Por eso hablo del momento, moral, cívico, culturar e histórico para el curacionismo. Sin libertad adquirida, sin democracia y sin estado de derecho en permanente puja esto no podría tener cabida en las mentes ni en los corazones de los actuales ciudadanos. Ni en el mío, aunque sea el fundador y creador de la doctrina.
Por eso, ni en la izquierda ni en la derecha se reconoce el valor de la persona, del ciudadano, ni de la familia como unidad política, ni de los trabajadores, que son lo que sostienen la democracia y la vida de la nación.
Solo una doctrina de centro, donde los políticos se conviertan en intermediadores y coordinadores de la materialización de la voluntad popular, según su desarrollo culturar y moral.
FP: — ¿Y cómo se puede lograr la materialización de la “voluntad popular” o el “gobierno del pueblo”?
—FBL: Con más participación y llevando un proceso permanente de curación social. Curación social es ampliar el poder y disminuir la ignorancia en todos sus grados.
Formamos bases familiares, sectoriales, estudiantiles, de trabajadores. Buscamos la representación real de todos los sectores. Empezando por nuestra propia organización política.
FP: — ¿En qué se diferencia del comunismo que también habla de participación y “transformación de estructuras”?
—FBL: Tú lo has dicho: “transformación de estructuras”, nosotros buscamos la transformación de las personas, pero sin sermones, ni arengas ni discursos. Con hechos y con conciencia.
Nos diferenciamos tanto del comunismo, del liberalismo, del capitalismo y de todas las doctrinas políticas existentes por una cosa: Por el objeto de nuestro análisis filosófico y de nuestra acción política.
El problema central para la mayoría de las doctrinas políticas mencionadas es la distribución de la riqueza y el resto de los problemas sociales se derivarían de la solución, según sus pareceres de tal distribución.
Sin embargo, para el “Movimiento Nación Grande”, para la doctrina curacionista, el objeto o tema central del mundo es únicamente “La corrupción”. Y no solo hoy, sino desde que existe civilización humana.
Y tenemos que a través de la curación social, como aspiración y proceso permanente del ejercicio del poder y del derecho, a través de tal curación de la corrupción y la ignorancia, se podrán ir solucionando los demás problemas económicos, culturales y sociales en general.
Es una cuestión de prioridad, de estrategia y de posicionamiento. Es la realidad del mundo actual, que exige una mayor participación pero con una dirección clara en cuanto a las aspiraciones o concepciones axiomáticas o de valores para la acción política.
FP: — ¿Por qué cree usted, Dr. Blanco León, que el “curacionismo” puede tener nacimiento y desarrollo en Paraguay, hoy por hoy, considerado el país más corrupto de Latinoamérica?
-FBL: Justamente, en tu pregunta se encuentra la respuesta. Solo en un hospital con muchas infecciones puede generarse la vacuna contra el virus. Porque se puede llevar al máximo el análisis.
Además, es nuestro momento como país, como nación joven, como pueblo unificado en el que se han relajado bastante los valores, se ha bajado hasta la mínima expresión el autoestima como ser paraguayo, suscitándose problemas ya de identificación de prioridades existenciales.
Pero con la consagración de la corrupción como problema central, determinante para lograr el tan ansiado desarrollo económico y social, se convierte a la acción diaria de los ciudadanos en una acción política fecunda al tener un rumbo, una meta, una idea sobre la cual sustentar sus ideales y reclamos de justicia.
El tratamiento en democracia del fenómeno por todos los paraguayos, con un principio realista y conciso, permitirá su superación con bases objetivas y no de simple opinión. Convirtiendo a la corrupción y la curación social en el alma del pueblo paraguayo, en su noche y su día, en su luna y su sol, en la línea transversal política, social y cultural que ha atravesado nuestra historia, nuestro espíritu y nuestra alma como nación paraguaya. Ese es el gran Paraguay, el que siempre ha luchado, y que sigue de pie, para llevar adelante sus ideales de Paz y Justicia.
FP: — ¿Qué es curar para el curacionismo?
—FBL: “Es la acción de entregar conciencia plena y poder a la voluntad y la decisión de la persona. Resumido en la frase: “Si meditas y piensas podrás progresar en la vida”.
Constituye la evolución del racionalismo y el humanismo, que solo buscan la existencia misma por medio de la razón. Una existencia con armonía.
Aquí se habla de una conciencia personal y colectiva sobre el progreso mismo, sobre su construcción material y mental dentro de una sociedad.
Es plasmar un fin aparentemente individual para expresar la nueva revelación colectiva, de la sociedad, que busca ser más consciente de los procesos sociales, y entre esos procesos está la corrupción y su curación social. Proceso que es, para el curacionismo, el principal a ser estudiado y sobre el cual radica toda la acción humana en civilidad.
Curar es entonces disminuir la ignorancia y ampliar el poder, para hacerlo más virtuoso y democrático.
La ignorancia no solo como falta de conocimiento sino sobre la consciencia sobre la información a ser recibida. El para qué, el porqué y el quién.”
FP: —¿Curar significa volver las cosas a como estaban antes (conservadurismo) o trasformarlo todo (progresismo)? Usted habla de “progreso”.
—FBL: Curar es primero identificar el problema, con la conciencia no inducidos por la simple opinión pública.
Curar es tratar, permanente y constantemente. No de un sopetón pretender solucionarlo todo.
Curar es adquirir una coordinación entre la identificación del problema y la acción o tratamiento posible de realizar en una determinada circunstancia y momento social y cultural.
Por ejemplo, hoy el Paraguay y el mundo necesitan de una doctrina política que se encargue de un problema básico como es la corrupción. Es el momento y el lugar. No otro.
Vea usted, que el “cambio” por sí mismo no es curar en lo social. Si es que es solo una imposición de cambio, sin razonamiento, sin consciencia del ciudadano.
El “statu quo” o el “regresemos a lo de antes” tampoco es curar, porque la insalubridad también puede generar costumbre e inconsciencia en el ser humano.
Por eso hablo del momento, moral, cívico, culturar e histórico para el curacionismo. Sin libertad adquirida, sin democracia y sin estado de derecho en permanente puja esto no podría tener cabida en las mentes ni en los corazones de los actuales ciudadanos. Ni en el mío, aunque sea el fundador y creador de la doctrina.
Por eso, ni en la izquierda ni en la derecha se reconoce el valor de la persona, del ciudadano, ni de la familia como unidad política, ni de los trabajadores, que son lo que sostienen la democracia y la vida de la nación.
Solo una doctrina de centro, donde los políticos se conviertan en intermediadores y coordinadores de la materialización de la voluntad popular, según su desarrollo culturar y moral.
FP: — ¿Y cómo se puede lograr la materialización de la “voluntad popular” o el “gobierno del pueblo”?
—FBL: Con más participación y llevando un proceso permanente de curación social. Curación social es ampliar el poder y disminuir la ignorancia en todos sus grados.
Formamos bases familiares, sectoriales, estudiantiles, de trabajadores. Buscamos la representación real de todos los sectores. Empezando por nuestra propia organización política.
FP: — ¿En qué se diferencia del comunismo que también habla de participación y “transformación de estructuras”?
—FBL: Tú lo has dicho: “transformación de estructuras”, nosotros buscamos la transformación de las personas, pero sin sermones, ni arengas ni discursos. Con hechos y con conciencia.
Nos diferenciamos tanto del comunismo, del liberalismo, del capitalismo y de todas las doctrinas políticas existentes por una cosa: Por el objeto de nuestro análisis filosófico y de nuestra acción política.
El problema central para la mayoría de las doctrinas políticas mencionadas es la distribución de la riqueza y el resto de los problemas sociales se derivarían de la solución, según sus pareceres de tal distribución.
Sin embargo, para el “Movimiento Nación Grande”, para la doctrina curacionista, el objeto o tema central del mundo es únicamente “La corrupción”. Y no solo hoy, sino desde que existe civilización humana.
Y tenemos que a través de la curación social, como aspiración y proceso permanente del ejercicio del poder y del derecho, a través de tal curación de la corrupción y la ignorancia, se podrán ir solucionando los demás problemas económicos, culturales y sociales en general.
Es una cuestión de prioridad, de estrategia y de posicionamiento. Es la realidad del mundo actual, que exige una mayor participación pero con una dirección clara en cuanto a las aspiraciones o concepciones axiomáticas o de valores para la acción política.
FP: — ¿Por qué cree usted, Dr. Blanco León, que el “curacionismo” puede tener nacimiento y desarrollo en Paraguay, hoy por hoy, considerado el país más corrupto de Latinoamérica?
-FBL: Justamente, en tu pregunta se encuentra la respuesta. Solo en un hospital con muchas infecciones puede generarse la vacuna contra el virus. Porque se puede llevar al máximo el análisis.
Además, es nuestro momento como país, como nación joven, como pueblo unificado en el que se han relajado bastante los valores, se ha bajado hasta la mínima expresión el autoestima como ser paraguayo, suscitándose problemas ya de identificación de prioridades existenciales.
Pero con la consagración de la corrupción como problema central, determinante para lograr el tan ansiado desarrollo económico y social, se convierte a la acción diaria de los ciudadanos en una acción política fecunda al tener un rumbo, una meta, una idea sobre la cual sustentar sus ideales y reclamos de justicia.
El tratamiento en democracia del fenómeno por todos los paraguayos, con un principio realista y conciso, permitirá su superación con bases objetivas y no de simple opinión. Convirtiendo a la corrupción y la curación social en el alma del pueblo paraguayo, en su noche y su día, en su luna y su sol, en la línea transversal política, social y cultural que ha atravesado nuestra historia, nuestro espíritu y nuestra alma como nación paraguaya. Ese es el gran Paraguay, el que siempre ha luchado, y que sigue de pie, para llevar adelante sus ideales de Paz y Justicia.
- La política, la doctrina y el movimiento.
- Conceptos sobre la doctrina de la curación social.
- El curacionismo y el Doctor Francia.
- Discurso sobre la corrupción
- ¿Qué significa ANTICORRUPCIÓN?
- "Precio justo" y corrupción