En el artículo 80 del blog deseo hacer mención de algo que pasa desapercibido para muchos de nosotros: Una nueva humanidad ya ha nacido, hace tiempo.
Hombres y mujeres que buscan su libertad esencial.
Hombres y mujeres que llevan adelante un ideal eterno, consecuente y profundo.
Hombres y mujeres que en todo el mundo, en todas las profesiones y credos aman a sus enemigos porque en ellos encuentran la forma de llevar a cabo sus principios fundamentales de vida y difundirlos a sus semejantes.
Hombres y mujeres, seres humanos que han entendido que el valor fundamental está en el propio hecho de constituirse y existir como humanos, aunque ello implique el ejercicio del poder propio para sustentarlo.
Hombres y mujeres que han entendido que ni la vida, ni la política ni nada que resulte organizado sobre la faz de la tierra es estático sino dinámico siempre.
Hombres y mujeres, de todas las edades, que responden a una verdad, la suya, y la comparten a nivel fraterno como sustento de la tolerancia y la buena voluntad para con su comunidad.
En fin, hombres y mujeres, que hemos entendido que la ignorancia no constituye la falta de conocimiento, sino que es el desperdicio de nuestra sabiduría conciente, remplazándolo por el sumo interés material.
Y en todo cuanto existe, siempre hay espacio para la curación, para el curacionismo; y la curación social, constituye la esencia del ser individual, que consciente de su existencia social como medio para su desarrollo y eternidad, se hace ciudadano, se hace ser humano, luchando por la dinámica del poder como persona.
Una nueva humanidad no va a nacer, sino que ya ha nacido hace un buen tiempo, algunos lo quieren ver, otros no. Algunos esperamos escribir 80 artículos durante 4 años, desarrollar una teoría general de la corrupción y una doctrina universal política curacionista, para verlo y palparlo, en el día a día. A cada paso.