A partir de hoy, iniciaremos una nueva etapa, con el fin de explicar y difundir los avances en cuanto al desarrollo de nuestra doctrina.
Cabe recordar y agradecer a todas las personas que se están sumando a esta gran causa, que busca la disminución progresiva de la corrupción en el Paraguay, en base a la acción política, social y cultural de sus entes naturales.
¿La sociedad puede ser curada?
Esta es la primera pregunta fundamental.
Y, digamos, que sí puede ser curada, ¿de qué la curaremos?
Muy bien, para iniciar el análisis debemos dividir al ente social, a la sociedad en dos visiones fundamentales.
Una, la perspectiva desde el "YO", mis problemas e inconvenientes y la sociedad. Es decir, una visión de dentro hacia afuera.
Otra, una segunda visión, se proyecta desde la sociedad, desde la realidad social hacia la persona de uno.
Con la visión primera, que podríamos denominar "egocéntrica" o concéntrica, se encuentran la mayoría de las doctrinas políticas surgidas desde el perfil de la teorización de los estados modernos. Se parte de un principio personalista, de aspirar a un bien supremo de la sociedad toda, a través de una equiparación o analogía con lo que sería un proceso para procurarse el bien personal. El método para obtener el bien público, según la mayoría de las doctrinas políticas aplicadas hasta hoy, es semejante al utilizado por una persona individual para conseguirse su provecho. Por eso, las denominaría como agocéntricas. Ej.: El comunismo o socialismo: Al advertir que la masa laboral, el capital humano, está constituido por campesinos y obreros, en general, por gente humilde, se creyó que aplicando el mismo proceso de aspiración económica de cada campesino u obrero(que cultiva para ganar más, o de un obrero que busca ascender)a través de una dictadura pública, se lograría que hubiera más igualdad, donde todos los medios de producción serían iguales. El fin de los esclavos y oprimidos. Psicológicamente, se ve la semejanza entre lo que piensa una persona que quiere progresar e "igualarse" a las condiciones de vida de la generalidad. Quiere un auto, porque ve que otros los tienen, y porque lo necesita. Tiene cuenta bancaria por que le da "facilidad". Como vemos, la mayoría de las decisiones sociales se toman con una ignorancia "colectiva".
O veamos el capitalismo o al liberalismo, donde las libertades públicas se reducen a procurarse la comodidad o el poder económico necesarios para que otros trabajen por uno mismo. Es evidente, lo desastroso que resultó en muchos países, salvo etapas de arranque, la aplicación pura de los procesos individualistas hacia fines colectivos. No comprenden que la sociedad, lo social, tiene una presencia y existencia autónoma.Su desarrollo y sus fines.
Ahora bien, la segunda, contiene muy pocas teorías políticas. Salvo la última como el ecologismo, que no tiene una repercusión mayor porque se aboca en la preocupación de un solo problema, que aunque trascendental, es foráneo casi a la existencia del cuerpo social.
El cuerpo social tiene una única y clara enfermedad, desde el principio de los tiempos. Esa enfermedad es la CORRUPCIÓN. Y la doctrina curacionista, democrática y nacionalista, la tiene como el problema central para la política.
Pero, entonces ¿porqué todas las doctrinas no la han puesto como base?
No es que han estado erradas, sino que van en correspondencia con la evolución de la mente humana, de la conciencia social y de los tiempos.
Hoy día, ninguna teoría económica, social o política puede ser pura y de aplicable en su totalidad a todos.
Lo único que puede buscarse es su factibilidad para una curación dada, en un momento y situación determinados. Con la economía se debe de ser pragmáticos.
Donde no se puede ser pragmático ni relativista es en la lucha, como fin permanente y curativo, contra la corrupción.
Pero para poder poner como centro y eje de una doctrina política a un fenómeno como la corrupción, vaya que se debe de poder explicarla y definirla.
Sí, ese trabajo me ha llevado más de 35 años de vida. Fue arduo, consistente, fue floreciendo con mi vida, mis amigos de la democracia y mi familia.
Por eso hoy estamos aquí, para compartir y construir esto que damos en llamar: "La curación social", que es el nombre dado a la síntesis de la Teoría General de la corrupción, un tratado jurídico, social y político sobre la corrupción: La enfermedad social que debe ser tratada política, social y culturalmente.
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Adelante!